domingo, 19 de novembro de 2023

19 de Novembro - Santa Matilde de Hackeborn


Matilde ou Mechtilde — proveniente de uma família principesca, aparentada com a poderosa casa dos Hohenstaufen — teve desde a meninice o desejo de seguir as pegadas da irmã mais velha, Gertrudes, abadessa do mosteiro beneditino de Roderdorf, depois do de Helfta. 

Aos 7 anos, pois, a menina foi confiada à irmã para que cuidasse de sua educação. Um bom aprendizado, visto que aos 14 anos Matilde foi admitida entre as noviças, das quais dentro de alguns anos se tornaria a mestra — um encargo confiado a religiosas de comprovada virtude. 



Matilde teve entre suas noviças uma jovem destinada a deixar uma grande marca na espiritualidade da Alemanha, a grande santa Gertrudes. Mestra e aluna cresceram juntas, avançando rapidamente na via da perfeição, ambas favorecidas de particulares experiências místicas.


Gertrudes teve o encargo de fixar por escrito as confidências da mestra, aquelas célebres visões de santa Matilde que se lêem no Livro das graças especiais (Liber specialis gratiae). Este é um autêntico vade-mécum da espiritualidade medieval, centrada em Cristo glorioso, mais que em Cristo sofredor, e na devoção ao Sagrado Coração como evidência do incomensurável amor divino pela humanidade redimida.



MATILDE DE HACKEBORN

Santa Matilde de Hackeborn es una de las grandes figuras del monasterio de Helfta, que vivió en el siglo XIII. Su hermana, santa Gertrudis la Grande, en el libro VI de la obra Liber specialis gratiae(Libro de la gracia especial), en el que se narran las gracias especiales que Dios concedió a santa Matilde, afirma: «Lo que hemos escrito es muy poco respecto a lo que hemos omitido. Únicamente para gloria de Dios y utilidad del prójimo publicamos estas cosas, porque nos parecería injusto guardar silencio sobre tantas gracias que Matilde recibió de Dios, no tanto para ella misma, según nuestra opinión, sino para nosotros y para aquellos que vendrán después de nosotros» (Matilde de Hackeborn, Liber specialis gratiae, VI, 1).
Esta obra fue redactada por santa Gertrudis y por otra monja de Helfta, y tiene una historia singular. Matilde, a la edad de cincuenta años, atravesaba una grave crisis espiritual acompañada de sufrimientos físicos. En estas condiciones, confió a dos religiosas amigas las gracias singulares con que Dios la había guiado desde la infancia, pero no sabía que ellas tomaban nota de todo. Cuando lo supo, se angustió y se turbó profundamente. Pero el Señor la tranquilizó, haciéndole comprender que cuanto se escribía era para gloria de Dios y el bien del prójimo (cf. ib., II, 25; V, 20). Así, esta obra es la fuente principal para obtener informaciones sobre la vida y la espiritualidad de nuestra santa.
Con ella entramos en la familia del barón de Hackeborn, una de las más nobles, ricas y potentes de Turingia, emparentada con el emperador Federico II, y entramos también en el monasterio de Helfta, en el período más glorioso de su historia. El barón ya había dado al monasterio una hija, Gertrudis de Hackeborn (1231-1232/1291-1292), dotada de una notable personalidad, abadesa durante cuarenta años, capaz de dar una impronta peculiar a la espiritualidad del monasterio, llevándolo a un florecimiento extraordinario como centro de mística y cultura, escuela de formación científica y teológica. Gertrudis les dio a las monjas una elevada instrucción intelectual, que les permitía cultivar una espiritualidad fundada en la Sagrada Escritura, la liturgia, la tradición patrística, la Regla y la espiritualidad cisterciense, con particular predilección por san Bernardo de Claraval y Guillermo de Saint-Thierry. Fue una verdadera maestra, ejemplar en todo, en el radicalismo evangélico y en el celo apostólico. Matilde, desde la infancia, acogió y gustó el clima espiritual y cultural creado por su hermana, dando luego su impronta personal.
Matilde nació en 1241 o 1242, en el castillo de Helfta; era la tercera hija del barón. A los siete años, con la madre, visitó a su hermana Gertrudis en el monasterio de Rodersdorf. Se sintió tan fascinada por ese ambiente, que deseó ardientemente formar parte de él. Ingresó como educanda, y en 1258 se convirtió en monja en el convento que, mientras tanto, se había mudado a Helfta, en la finca de los Hackeborn. Se distinguió por la humildad, el fervor, la amabilidad, la limpidez y la inocencia de su vida, la familiaridad y la intensidad con que vive su relación con Dios, la Virgen y los santos. Estaba dotada de elevadas cualidades naturales y espirituales, como «la ciencia, la inteligencia, el conocimiento de las letras humanas y la voz de una maravillosa suavidad: todo la hacía apta para ser un verdadero tesoro para el monasterio bajo todos los aspectos» (ib., Proemio). Así, «el ruiseñor de Dios» —como se la llama—, siendo muy joven todavía, se convirtió en directora de la escuela del monasterio, directora del coro y maestra de novicias, servicios que desempeñó con talento e infatigable celo, no sólo en beneficio de las monjas sino también de todo aquel que deseaba recurrir a su sabiduría y bondad.
Iluminada por el don divino de la contemplación mística, Matilde compuso numerosas plegarias. Fue maestra de doctrina fiel y de gran humildad, consejera, consoladora y guía en el discernimiento: «Ella enseñaba —se lee— la doctrina con tanta abundancia como jamás se había visto en el monasterio, y ¡ay!, tenemos gran temor de que no se verá nunca más algo semejante. Las monjas se reunían en torno a ella para escuchar la Palabra de Dios como alrededor de un predicador. Era el refugio y la consoladora de todos, y tenía, por don singular de Dios, la gracia de revelar libremente los secretos del corazón de cada uno. Muchas personas, no sólo en el monasterio sino también extraños, religiosos y seglares, llegados desde lejos, testimoniaban que esta santa virgen los había liberado de sus penas y que jamás habían experimentado tanto consuelo como cuando estaban junto a ella. Además, compuso y enseñó tantas plegarias que, si se recopilaran, excederían el volumen de un salterio» (ib., VI, 1).
En 1261 llegó al convento una niña de cinco años, de nombre Gertrudis; se la encomendaron a Matilde, apenas veinteañera, que la educó y la guió en la vida espiritual hasta hacer de ella no sólo una discípula excelente sino también su confidente. En 1271 ó 1272 también ingresó en el monasterio Matilde de Magdeburgo. Así, el lugar acogía a cuatro grandes mujeres —dos Gertrudis y dos Matilde—, gloria del monaquismo germánico. Durante su larga vida pasada en el monasterio, Matilde soportó continuos e intensos sufrimientos, a los que sumaba las durísimas penitencias elegidas por la conversión de los pecadores. De este modo, participó en la pasión del Señor hasta el final de su vida (cf. ib., vi, 2). La oración y la contemplación fueron el humus vital de su existencia: las revelaciones, sus enseñanzas, su servicio al prójimo y su camino en la fe y en el amor tienen aquí sus raíces y su contexto. En el primer libro de la obra Liber specialis gratiae, las redactoras recogen las confidencias de Matilde articuladas a lo largo de las fiestas del Señor, de los santos y, de modo especial, de la bienaventurada Virgen. Es impresionante la capacidad que tiene esta santa de vivir la liturgia en sus varios componentes, incluso en los más simples, llevándola a la vida cotidiana monástica. Algunas imágenes, expresiones y aplicaciones a veces resultan ajenas a nuestra sensibilidad, pero, si se considera la vida monástica y su tarea de maestra y directora del coro, se capta su singular capacidad de educadora y formadora, que ayuda a sus hermanas de comunidad a vivir intensamente, partiendo de la liturgia, cada momento de la vida monástica.
En la oración litúrgica, Matilde da particular relieve a las horas canónicas y a la celebración de la santa misa, sobre todo a la santa Comunión. Aquí se extasiaba a menudo en una intimidad profunda con el Señor en su ardientísimo y dulcísimo Corazón, mediante un diálogo estupendo, en el que pedía la iluminación interior, mientras intercedía de modo especial por su comunidad y sus hermanas. En el centro están los misterios de Cristo, a los cuales la Virgen María remite constantemente para avanzar por el camino de la santidad: «Si deseas la verdadera santidad, está cerca de mi Hijo; él es la santidad misma que santifica todas las cosas» (ib., I, 40). En esta intimidad con Dios está presente el mundo entero, la Iglesia, los bienhechores, los pecadores. Para ella, el cielo y la tierra se unen.
Sus visiones, sus enseñanzas y las vicisitudes de su existencia se describen con expresiones que evocan el lenguaje litúrgico y bíblico. Así se capta su profundo conocimiento de la Sagrada Escritura, que era su pan diario. A ella recurría constantemente, ya sea valorando los textos bíblicos leídos en la liturgia, ya sea tomando símbolos, términos, paisajes, imágenes y personajes. Tenía predilección por el Evangelio: «Las palabras del Evangelio eran para ella un alimento maravilloso y suscitaban en su corazón sentimientos de tanta dulzura, que muchas veces por el entusiasmo no podía terminar su lectura… El modo como leía esas palabras era tan ferviente, que suscitaba devoción en todos. De igual modo, cuando cantaba en el coro estaba totalmente absorta en Dios, embargada por tal ardor que a veces manifestaba sus sentimientos mediante gestos… Otra veces, como en éxtasis, no oía a quienes la llamaban o la movían, y de mal grado retomaba el sentido de las cosas exteriores» (ib., VI, 1). En una de sus visiones, es Jesús mismo quien le recomienda el Evangelio; abriéndole la llaga de su dulcísimo Corazón, le dice: «Considera qué inmenso es mi amor: si quieres conocerlo bien, en ningún lugar lo encontrarás expresado más claramente que en el Evangelio. Nadie ha oído jamás expresar sentimientos más fuertes y más tiernos que estos: Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros (Joan. XV, 9)» (ib., I, 22).

Queridos amigos, la oración personal y litúrgica, especialmente la liturgia de las Horas y la santa misa son el fundamento de la experiencia espiritual de santa Matilde de Hackeborn. Dejándose guiar por la Sagrada Escritura y alimentada con el Pan eucarístico, recorrió un camino de íntima unión con el Señor, siempre en plena fidelidad a la Iglesia. Esta es también para nosotros una fuerte invitación a intensificar nuestra amistad con el Señor, sobre todo a través de la oración diaria y la participación atenta, fiel y activa en la santa misa. La liturgia es una gran escuela de espiritualidad.

Su discípula Gertrudis describe con expresiones intensas los últimos momentos de la vida de santa Matilde de Hackeborn, durísimos, pero iluminados por la presencia de la santísima Trinidad, del Señor, de la Virgen María y de todos los santos, incluso de su hermana de sangre Gertrudis. Cuando llegó la hora en que el Señor quiso llamarla a sí, ella le pidió poder vivir todavía en el sufrimiento por la salvación de las almas, y Jesús se complació con este ulterior signo de amor.
Matilde tenía 58 años. Recorrió el último tramo de camino caracterizado por ocho años de graves enfermedades. Su obra y su fama de santidad se difundieron ampliamente. Al llegar su hora, «el Dios de majestad…, única suavidad del alma que lo ama…, le cantó: Venite vos, benedicti Patris mei… Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino…, y la asoció a su gloria» (ib., VI, 8).
Santa Matilde de Hackeborn nos encomienda al sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen María. Nos invita a alabar al Hijo con el corazón de la Madre y a alabar a María con el corazón del Hijo: «Te saludo, oh Virgen veneradísima, en ese dulcísimo rocío que desde el corazón de la santísima Trinidad se difundió en ti; te saludo en la gloria y el gozo con que ahora te alegras eternamente, tú que preferida entre todas las criaturas de la tierra y del cielo fuiste elegida incluso antes de la creación del mundo. Amén» (ib., i, 45).
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

A SANTA MEDALHA DA PAZ

A MEDALHA DO AMANTÍSSIMO CORAÇÃO DE SÃO JOSÉ

A MEDALHA DA ROSA MISTICA

LIVROS MISTICA CIDADE DEUS

LIVROS MISTICA CIDADE DEUS
ENTRE EM CONTATO PELOS TELEFONES ACIMA

SANTA BERNADETTE

SANTA BERNADETTE
A vidente de Nossa Senhora de Lourdes

SANTA RITA DE CASCIA - FILME SEDE SANTOS 1

SANTA RITA DE CASCIA - FILME SEDE SANTOS  1
Vida de Santa Rita de Cássia

SANTA AGUEDA - FILME SEDE SANTOS 3

SANTA AGUEDA - FILME SEDE SANTOS 3
Vida de Santa Agatha ou Agueda de Catania

SANTA VERONICA GIULIANI - FILME SEDE SANTOS 2

SANTA VERONICA GIULIANI - FILME SEDE SANTOS 2
Vida de Santa Veronica Giuliani

SANTA GEMMA E SANTA ZITA - FILME SEDE SANTOS 4

SANTA GEMMA E SANTA ZITA - FILME SEDE SANTOS 4
Vida de Santa Gemma

SANTO CURA DAR'S - FILME SEDE SANTOS 5

SANTO CURA DAR'S - FILME SEDE SANTOS 5
Vida de São João Maria Vianey

SANTA TEREZINHA DO MENINO JESUS

SANTA TEREZINHA DO MENINO JESUS
"Não quero ser Santa pela metade, escolho tudo".

SÃO JOÃO BOSCO E DOMINGOS SÁVIO - FILME SEDE SANTOS 7

SÃO JOÃO BOSCO E DOMINGOS SÁVIO - FILME SEDE SANTOS 7
Vida de São João Bosco, São Domingos Sávio e Mama Marguerita(Santa Mãe de São João Bosco)

SÃO FRANCISCO E SANTA CLARA DE ASSIS

SÃO GABRIEL DE NOSSA SENHORA DAS DORES

SÃO GABRIEL DE NOSSA SENHORA DAS DORES

SANTA HELENA

SANTA HELENA
1ª PEREGRINA DO MUNDO

IRMÃ AMÁLIA AGUIRRE

IRMÃ AMÁLIA AGUIRRE
Vidente de Nossa Senhora das Lágrimas

BEATA ALEXANDRINA

BEATA LAURA VICUÑA

SANTA LUCIA DE SIRACUSA - FILME SEDE SANTOS 6

SANTA LUCIA DE SIRACUSA - FILME SEDE SANTOS 6
Vida de Santa Luzia de Siracusa

SÃO DOMINGOS SÁVIO

SÃO DOMINGOS SÁVIO
"Antes morrer do que pecar"

SANTA MARIA BERTILLA BOSCARDIN

SANTA MARIA BERTILLA BOSCARDIN

DEFESA DAS APARIÇÕES DE JACAREI

DEFESA ÀS APARIÇÕES DE JACAREÍ


(FEITA POR UM PEREGRINO, AO CONTEMPLAR UM VÍDEO FALANDO MAL DAS MESMAS CITADAS ACIMA, E SOBRE A CARTINHA DO BISPO DA ÉPOCA, ALEGANDO QUE AS APARIÇÕES NÃO ERAM VERDADEIRAS)


NÃO SEI QUEM FEZ MAS PRA MIM ESSA PESSOA MERECIA UMA MEDALHA DE HONRA DE NOSSA SENHORA POR ESTA BELA DEFESA

"Quando você diz que devemos dar ouvidos ao que os padres dizem a respeito das aparições de Jacareí, corre em um ledo engano, pois, a “opinião pessoal” deles é que não pode ser elevado ao nível de “dogma de fé”. As cartas de Dom Nelson são muito citadas pelos que latem que estas Sagradas Aparições são falsas. Portanto, mister se faz alguns esclarecimentos. Há duas cartas oficiais onde este indigitado bispo trata da matéria “aparições”. Uma primeira, publicada em 1996, enquanto o mesmo ainda era bispo de São José dos Campos (diocese a qual pertence Jacareí). Nesta, não há menção alguma ao nome do Profeta Marcos Tadeu Teixeira, muito menos, excomunhão, há somente algumas orientações pastorais. A segunda, publicada em 2007 e republicada em 2011, realmente traz explicitamente o nome do Profeta Marcos Tadeu Teixeira, porém, nesta, a palavra “excomunhão” é sequer mencionada.

Ainda há um probleminha com esta segunda carta. O dito bispo (certamente pela providência de Nossa Senhora) foi transferido para a diocese de Santo André/SP em 2003, e, observem, a segunda carta publicada por ele ocorreu no ano de 2007, quando já havia deixado de ter jurisdição eclesiástica sobre a cidade de Jacareí. Portanto, o mesmo, ao editar esta carta, violou a jurisdição eclesiástica conferida a ele pela Igreja, e, ainda, violentou gravemente a autoridade de Dom Moacir, então, bispo da Diocese de São José dos Campos, que, se quisesse, poderia ter criado o maior caso com isso, pois Dom Nelson desrespeitou frontalmente e atropelou sua autoridade eclesiástica, uma verdadeira afronta. Então eu lhes pergunto, vocês ainda vão dar credibilidade a um documento irregular e eivado de vícios como esse?

Vale lembrar, que não é obrigatório seguir estas cartas circulares dos bispos. Não há heresia nem cisma nisso. Um católico somente pode ser acusado de cismático ou herege se atentar contra os Dogmas de Fé. Que eu saiba, carta circular de bispo não é Dogma de Fé. Como a primeira carta de Dom Nelson não condena as Aparições de Jacareí, e a segunda está irregular, pode-se dizer que não pesa condenação oficial e regular da Igreja sobre estas Santas Aparições. Além do mais, até o presente momento, Dom José Valmor, que atualmente tem jurisdição eclesiástica sobre Jacareí, não fez pronunciamento oficial sobre as mesmas. Documento oficial onde o Profeta Marcos foi excomungado, também é inexistente, portanto, qualquer informação que diga o contrário é fruto de pura “fofoca”.

Ressalto que em Jacareí, realmente, não damos tanta importância aos documentos do Vaticano. O que nós realmente valorizamos é a doutrina que nos foi transmitida pelos santos, como Santo Afonso, São Luiz, Santa Teresa, São João da Cruz, etc... Outro adendo que gostaria de acrescentar, diz respeito ao fato da obrigatoriedade ou não das Sagradas Mensagens Celestiais. A orientação predominante entre os teólogos católicos, de que não é obrigatório seguir as Aparições de Nossa Senhora, se funda em meras opiniões pessoais de alguns clérigos a respeito do assunto. Esta orientação não tem o caráter da infalibilidade papal e muito menos é um Dogma de Fé. Realmente, o catecismo atual traz algo nesse sentido, mas vale lembrar que o mesmo não recebeu o caráter da infalibilidade pelo Concílio Vaticano II. Bem ao contrário do Santo Catecismo do Concílio de Trento. Este sim, recebeu o caráter de infalível. Ocorre que nossa amada Igreja há muito se transviou de uma tradição bíblica milenar, através da qual o “Deus dos Exércitos” sempre manifestou sua vontade ao povo de Israel por meio de suas aparições aos profetas (mesmo fenômeno que ocorre com o, também, profeta Marcos Tadeu, pois os fenômenos miraculosos e de aparições que ocorrem naquele Santuário, são da mesma espécie dos verificados na Sagrada Bíblia).

Ora, nos tempos bíblicos não era através dos fariseus, saduceus, príncipes e doutores da lei (a Igreja oficial da época) que Deus dava as suas diretrizes ao povo eleito, mas sim, através dos profetas, em outras palavras, dos videntes. Nos primórdios do cristianismo, também ocorria assim, pois, a própria origem da nossa amada Igreja se funda nas “aparições” de Jesus aos apóstolos e discípulos. Então, por que esta tradição bíblica foi quebra? Será que é porque as aparições aos profetas cessaram? Errado, pois nos últimos 100 anos ocorreram mais de 1000 aparições de Nossa Senhora, dos santos e anjos, e até de Deus.
A pergunta correta é, por que o clero tenta abafar isso, pois grande parte, senão todas, destas aparições também foram acompanhadas de sinais miraculosos, como, curas inexplicáveis pela ciência, sinais na natureza, etc... Se Deus usava deste expediente nos tempos bíblicos, certamente deveria continuar a usá-lo nos tempos do catolicismo, pois uma grande verdade que a Teologia professa é que Deus é imutável. Não citarei as passagens bíblicas onde Deus manifesta sua vontade através dos videntes/profetas, pois se assim fizesse, teria que citar a Bíblia inteira, pois a própria formação e ensinamentos nela transmitidos se dão por este meio. Gostaria apenas de citar um pequeno exemplo de qual atitude deveremos tomar frente às Aparições de Jacareí, tomando por base a Bíblia. Saulo, quando se dirigia à cidade de Damasco e Jesus lhe “aparece” exclama: “Senhor, que queres que eu faça?” (At 9, 6). Naquela ocasião, Jesus disse a ele para procurar os fariseus e saduceus (a Igreja oficial da época)? Não! O ordenou que entrasse na cidade de Damasco e ali lhe seria dito o que deveria fazer. Beleza. E quem Deus enviou para Saulo? Os fariseus e saduceus (a Igreja oficial da época)? Não! Mas Ananias, um vidente. Como eu sei que Ananias era um vidente? As Sagradas Escrituras nos contam que foi uma aparição de Jesus que disse para ele ir procurar Saulo. É só conferir At 9, 10-16ss.

Outro exemplo foi Judas Iscariotes; este preferiu errar com a Igreja oficial da época (lembra né, fariseus e saduceus) que acertar sem ela. Bom... Errou mesmo! E segundo alguns santos místicos, como Maria de Ágreda, sua alma se encontra no inferno. Assim, a posição teológica defendida pela maioria dos teólogos atuais, de que as aparições não são obrigatórias, falando em termos de estudo teológico da atualidade, é perfeitamente passível de questionamento, e, inclusive, daria uma boa tese de doutoramento. É um posicionamento que pode ser mudado. Não é Dogma de Fé. Gostaria de finalizar este ponto dizendo o seguinte. Jesus tolerou para sempre aquela Igreja oficial da época (o judaísmo) que rejeitou o projeto que suas aparições aos Apóstolos (que também eram videntes) propunha? Claro que não!!! Por causa disso, Deus se retirou do meio daquela Igreja e passou a habitar no meio dos seus videntes, os apóstolos e discípulos, e, assim, surgiu a nossa amada Igreja Católica (Mt 21, 39-45).

Não é objetivo do Profeta Marcos Tadeu, nem de sua Ordem e muito menos de nós, a Milícia da Paz (formada por todos os fiéis seguidores daquele Santuário) provocar um cisma na Igreja. Nós apenas denunciamos os erros (prerrogativa esta, conferida aos leigos pelo próprio Concílio Vaticano II), lutamos para que a devoção a Nossa Senhora, aos santos e anjos seja colocada em seu devido lugar, e que as suas mensagens, e as dos demais santos, e até as de Deus, seja acolhida como nos tempos Bíblicos, pois acreditamos que se isto não for feito, irá se abater gigantescos cataclismos sobre a Terra, de uma tal magnitude que nunca houve, nem jamais haverá. Acreditamos que esta “palavra de Deus” transmitida nas aparições é o caminho e a única forma de salvar o mundo, e qualquer obra, ou pessoa, que ensine ou faça diferente do que elas dizem, é desprezada por nós. O motivo para isto é muito simples. Desde tempos remotos, as Aparições de Nossa Senhora (inclusive as não aprovadas pela Igreja) vêm dizendo o que aconteceria ao mundo se esta “palavra de Deus” não fosse obedecida. Resultado, tudo o que elas disseram, em um passado remoto, está se cumprindo na atualidade. Então, não há outra conclusão a se fazer, a não ser admitir que elas eram verdadeiras, e que o clero errou. Aliás, o histórico de erro do clero é algo realmente interessante. Basta citar a condenação que pesou durante 20 anos sobre as Santas Aparições de Jesus Misericordioso à Santa Faustina, e não foi por um “bispozinho” qualquer. Foi pelo próprio papa da época. Se não fosse a atuação do então Cardeal Karol Józef Wojtyła, futuro Papa João Paulo II, estas aparições estariam condenadas até os tempos atuais, e, certamente, você seria um grande opositor delas, não é? Infelizmente, como atualmente o número de Cardeais, e clérigos em geral, com este nível de espiritualidade é praticamente nulo... tadinha das aparições... snif. Praticamente nenhum deles entende de Teologia Mística, o estudo apropriado para se avaliar as aparições e estudá-las.

Além do mais, as aparições de La Salette, Lourdes e Fátima, para quem conhece mais a fundo sua história, verá que elas na verdade não foram aceitas pelo clero. Muito pelo contrário, este as combateu com todas as suas forças. Na realidade, o que ocorreu, é que os fiéis praticamente as fizeram descer goela abaixo na garganta do clero, de tal modo, que eles não tiveram outra opção a não ser aprová-las. E, mesmo nestas que foram aprovadas, o estrago que o clero fez é algo incomensurável. Não as divulgou como deveria; se o corpo incorrupto de Santa Bernadete estivesse no Santuário de Lourdes iria converter milhões de fiéis, no entanto está praticamente escondido no convento de Nevers; o corpo incorrupto de Santa Jacinta foi escondido dos fiéis; a esmagadora maioria dos vaticanistas da Itália é de acordo que, até hoje, o terceiro segredo de Fátima não foi revelado em sua integralidade; a consagração da Rússia não foi feita como Nossa Senhora pediu até os dias atuais, etc... E isso, só para citar os danos que me vem à mente neste momento.

No Santuário das Aparições de Jacareí, o Profeta Marcos está resgatando tudo aquilo que a Igreja e a sociedade tanto se esforçaram para extinguir, os escapulários, medalhas, mensagens, enfim, a salvação do mundo que Nossa Senhora nos revelou e ofereceu com tanto amor ao longo de suas aparições na história. Sem dúvida, lá está se cumprido a passagem da Escritura na qual se diz: “Por isso, todo escriba instruído nas coisas do Reino dos céus é comparado a um pai de família que tira de seu tesouro coisas novas e velhas...” Mt 13,52 É uma nova aparição que resgata todas, até as mais antigas. Portanto, se ainda quiserem seguir a doutrina da cabeça deste cara de que não precisamos de aparições, o problema é de vocês. Aliás, se formos pensar bem, porquê Deus, Nossa Senhora os anjos e os santos apareceriam, né? Afinal de contas, nosso mundo está uma verdadeira maravilha, não é? Não temos problemas de droga, prostituição, corrupção, degradação moral, depressão, decadência da Igreja, violência, roubos, assassinatos, guerras, miséria..., todos os sacerdotes são verdadeiros Serafins de santidade, enfim, o Vaticano está dando conta do recado... Só não está apresentando um desempenho melhor devido a um “pequeno” probleminha de tráfico de influência entre os altos clérigos, desvio de verbas do banco do Vaticano, looby gay entre os padres, pedofilia generalizada, um papa progressista e comunista..., mas, afinal de contas, são probleminhas fáceis de serem solucionados, né? É... Em um mundo maravilhoso e em ótimo funcionamento como esse, realmente não entendo o motivo de tantas aparições..."